jueves, 26 de febrero de 2015

AROMATERAPIA. Un estallido de sensaciones

Aromaterapia
Un estallido de sensaciones

   Si bien su alcance en la distancia es más limitado que la vista y el oído, el olfato humano es 10 mil veces más agudo, perspicaz y pronto en sus sensaciones, que el resto de los sentidos. De allí que diferentes ramos de la industria perfumen estratégicamente sus productos, adicionando fragancias que pueden convertir experiencias cotidianas en momentos de placer.

   Más allá de esta táctica comercial, la búsqueda de bienestar físico y emocional a través de olores gratos, derivados de aceites esenciales, constituyen en sí misma una actividad integral denominada "aromaterapia". El término fue acuñado por el químico y cosmetólogo francés René-Maurice Gattefossé hacia 1930. Sin embargo, la práctica aromática con fines terapéuticos, cosméticos y espirituales tiene cuando menos cinco mil años de historia.



   De múltiples aplicaciones, la aromaterapia hoy se usa principalmente para la relajación: la inhalación de aceites esenciales estimula la liberación de neurotransmisores presentes en el cerebro, como las endorfinas y las encefalinas, que actúan como tranquilizantes y analgésicos.

   
  Aunque ciertos aromas se han estandarizado como "agradables al olfato", la valoración siempre será subjetiva, por lo que su selección y calificación es muy personal. La recomendación general es preferir olores perceptibles, pero suaves, nunca fuertes ni invasivos.


Relajación en el hogar
   Si bien esta técnica terapéutica se aplica en procedimientos realizados en centros de spa, también puede hacerse en el hogar. Los especialistas ofrecen algunas claves que ayudarán a aprovechar más sus beneficios:

  Utilizar un difusor o sachetero donde verter el aceite diluido en agua, en una proporción de 1 a 3; el calor evaporará el agua y la esencia dispersará su aroma.

  Crear un espacio ideal para esos minutos de "desconexión": una habitación limpia y ordenada, ligeramente iluminada y ambientada con música suave.



   Tomar un baño de agua tibia, acostarse en un mueble confortable y cerrar los ojos para alcanzar el máximo nivel de relajación.

     Potenciar los efectos de la aromaterapia, que puede durar entre 20 y 30 minutos, con respiraciones profundas, rítmicas y pausadas.




Tipos de esencias:

   
Relajantes: mandarina, manzanilla, sándalo, lavanda y jazmín.



Estimulantes: Eucalipto, jengibre, menta y pino.




Afrodisíacas: Alcanfor, Canela, cardamomo, rosa. 


Publicado por: Humberto M. Pérez O./Fotografía: Archivo.

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